La Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza, FEMZ, ha denunciado esta mañana la grave situación que están pasando las empresas del sector como consecuencia del incremento de los precios de la energía. Una situación que ha obligado a algunas de las empresas que más energía consumen a parar su producción.
El presidente de FEMZ, Javier Ferrer, ha advertido que todas las empresas se están viendo afectadas por el incremento de los precios, pero las grandes consumidoras de energía como fundiciones, recubrimientos metálicos o electrolisis están registrando unos costes totalmente inasumibles.
“Si comparamos los precios de 2021 y 2022, en cuestión de un año el precio de la luz se ha incrementado un 901,25% pasando de 54,43 €/MWh a 544,98 €/MWh, y el precio del gas ha subido un 1.185,9%, pasando de 16,67 €/MWh a 214,36 €/MWh. Esto para cualquier empresa es inaceptable”, ha señalado Ferrer.
Los empresarios del Metal han asegurado que la recaudación del Estado por impuestos de la energía ha crecido exponencialmente por lo que el Gobierno puede y debe tomar medidas a corto plazo para paliar esta situación. Asimismo, a largo plazo tiene que fomentar las centrales nucleares, las renovables o la investigación en el almacenamiento de la energía como el hidrógeno.
“Nuestra factura de electricidad ha pasado de 60.000 euros al mes a 200.000 euros; y la del gas de 25.000 euros al mes a 60.000 eros. Unos costes impensables que nos obligan a asumirlos, por un lado, y a repercutirlos al cliente, por otro”, ha advertido Armando Mateos, director general de Itesal y presidente de la Asociación Española del Aluminio. “Pedimos que se contenga el precio y que se tomen medidas políticas hasta que los precios sean razonables y estables”, ha señalado Mateos.
Ignacio Giménez, director general de Ebroacero ha subrayado que “somos una empresa familiar y nuestra prioridad es seguir trabajando por nuestros clientes y trabajadores, pero estamos trabajando a pérdidas. No puede ser que la industria esté vendiendo a un precio hoy y fabricándolo a otro mañana”.
Las empresas que ven reducidos tanto su rentabilidad como sus márgenes, por ello han reclamado la utilización de mecanismos de protección que eviten que los ERTEs se conviertan en EREs, como se ha hecho durante la pandemia con los ERTEs de causa mayor.