La Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ), en su objetivo de tomar el pulso al sector en el primer trimestre del año, ha realizado una encuesta entre sus empresas asociadas para conocer su situación real y recoger sus incidencias, dificultades y reivindicaciones.
Analizando los factores que más están afectando al sector, el 78% de las empresas encuestadas afirma que el aumento de los costes laborales es uno de sus mayores desvelos. La subida del IPC, el aumento del Salario Mínimo Interprofesional y la necesidad de ofrecer mejores condiciones laborales para retener a los trabajadores en un mercado cada vez más competitivo en el que falta mano de obra cualificada, están detrás de esta preocupación.
“Tenemos que resaltar la responsabilidad de los empresarios que, con mucho esfuerzo, han asumido un 8,95% de alzas salariales. Hace 50 años que no se daba una actualización de este tipo”, ha querido remarcar Benito Tesier, presidente de FEMZ.
Muy de cerca le sigue la falta de personal cualificado. Un 73% de las empresas asegura tener problemas para encontrar mano de obra cualificada, un dato que pone de manifiesto la necesidad de mejorar la formación de los trabajadores en el sector del metal y de fomentar la atracción de nuevos talentos. Las empresas están invirtiendo en formación profesional para su personal, pero se necesita la colaboración de las instituciones para capacitar a más personas que puedan acceder a los empleos de calidad y estables que proporciona el sector metal. “El problema de la falta de mano de obra no está en la retribución, como puede estar pasando en otros sectores, ya que los sueldos son elevados; el problema es que no se encuentra personal. Las empresas están saliendo fuera de Aragón a buscar talento e, incluso, se está generando cierta competencia entre las propias empresas”, ha recalcado Tesier.
Otra de las preocupaciones más destacadas por las empresas es el alza de las materias primas, que preocupa al 63% de las compañías encuestadas. A pesar de la mejora respecto a la situación vivida el año pasado, las empresas del sector siguen dependiendo de los precios de las materias primas, que pueden fluctuar significativamente en función de factores como la oferta y la demanda o la política de los países productores.
Y, en cuarto lugar, se encuentra el aumento de los precios de la energía, que inquieta al 53% de las empresas encuestadas. Una preocupación evidente teniendo en cuenta que el sector del metal consume grandes cantidades de energía eléctrica en su producción.
“Nos preocupa igualmente las dificultades de acceso a los fondos europeos que están enfrentando las empresas”, ha señalado el presidente de la organización empresarial. “Por ejemplo en el PERTE 2 ha habido una actualización de la normativa de morosidad que obliga al pago en 60 días, pero muchas empresas transitan sus operaciones con mercados internacionales con unos flujos de, como mínimo, 45 días desde que realizan el pedido hasta que lo reciben en sus instalaciones; por lo que una regulación tan drástica les hace imposible cumplir con los requisitos de las ayudas”, ha asegurado Tesier.
Respecto a las previsiones de cara al segundo trimestre del 2023, cabe destacar que el 39% de las empresas encuestadas prevé que su facturación se va a mantener estable y un 60% de las compañías prevé que el empleo también.
Por otro lado, en lo que a la evolución de costes se refiere, un 45% de las empresas cree que el coste de la energía va a aumentar; un 55% considera que el coste del transporte también se va a incrementar en el segundo trimestre del año; y un 63% afirma que el precio de las materias primas va a seguir creciendo.
Entre las reivindicaciones más repetidas está la dificultad para absorber los costes que están asumiendo las empresas. Los ingresos no crecen proporcionalmente a los costes, lo que está asfixiando especialmente a la pequeña empresa. Asimismo, numerosas empresas ponen de relieve el problema del absentismo laboral como un coste oculto, elevado y difícil de soportar y las dificultades burocráticas de las administraciones para resolverlo.
FEMZ ha querido lanzar un mensaje de optimismo pues las empresas del sector están mostrando su músculo pese a las dificultades que soportan. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el presidente de FEMZ ha reclamado a los futuros gobiernos que “escuchen las necesidades de las empresas. Somos el tejido empresarial el que genera empleo y riqueza en el territorio, por lo que es importante que los políticos se sienten a escuchar nuestras demandas”. Entre las que Tesier ha querido destacar dos cuestiones “el impulso a la inversión empresarial y la búsqueda de medidas urgentes para adecuar la demanda de personal por parte de las empresas con la oferta del mercado laboral”.