La Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza, FEMZ, ha mantenido reunión de su Comité Ejecutivo para aprobar las cuentas de la organización y analizar la estrategia a seguir este 2024. En el encuentro, asimismo, los empresarios han expresado su preocupación por la desaceleración de la economía europea en su conjunto, así como por algunas de las medidas anunciadas por parte del Gobierno central, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la reducción de la jornada laboral o la modificación de las condiciones de despido.
El sector ha advertido que las continuas reformas crean incertidumbre económica, generando inseguridad a los empresarios que alargan sus decisiones de contratación ante las expectativas de nuevas subidas, lo que afecta, en consecuencia, a la creación de empleo.
FEMZ considera necesario analizar previamente y en profundidad la posible afección de este tipo de medidas económicas sobre la salud financiera de las pequeñas y medianas empresas. En este sentido, los miembros del Comité Ejecutivo han mostrado su preocupación ante el aumento de locales y naves vacíos, tanto en las calles como en los polígonos de las localidades de la provincia. “El Gobierno debería tener en cuenta que está en juego la sostenibilidad de muchas empresas. El tejido productivo no está compuesto mayoritariamente por grandes compañías, sino por negocios impulsados por pequeños empresarios con mucho esfuerzo y su propio patrimonio”, han asegurado.
En la reunión, las empresas del Metal han mostrado su total oposición la ruptura del Diálogo Social tras la aprobación sin consenso de la subida del SMI y han trasladado su inquietud ante nuevas medidas anunciadas, como la reducción de la jornada laboral o la reforma del despido. “En el momento en que se excluye a una de las partes de la negociación, no puede considerarse Dialogo Social”, han subrayado.
Sobre el incremento del SMI, el sector también ha advertido, por un lado, que hay contratos públicos que están quedando desiertos porque la Administración no contemplan estos incrementos; y, por otro, que algunas contratas ya existentes están sufriendo desajustes y pérdidas.
Respecto a la reducción de la jornada laboral, los empresarios del metal consideran que debe ser cada sector, a través de la negociación colectiva, el que pacte este tipo de cuestiones de acuerdo a sus necesidades y circunstancias propias. La propia FEMZ y los sindicatos del sector en la provincia de Zaragoza acordaron el pasado año, en el marco de la negociación del nuevo convenio colectivo, reducir la jornada anual en ocho horas, además de incluir cuestiones relacionadas con la flexibilidad.